En Cedeira está el santuario de San Andrés de Teixido. San Andrés, que veía como a la tumba de Santiago iban grandes peregrinaciones mientras que a él nadie venía a visitarle, paseaba melancólico sus soledades. Un día se encontró con Jesús que venía a visitarle y éste le preguntó:
Andrés, ¿cómo es que estás tan triste?
San Andrés le respondió:
¡Ay mi señor! A pesar de que yo también hago milagros como Santiago nadie se acerca por estos parajes y está mi santuario vacío.
El Señor le miró y sonriendo le dijo:
No has de ser menos que Santiago. Te prometo que todo el mundo pasará al menos una vez en la vida por tu santuario.
San Andrés preguntó:
Muchas gracias, Señor pero ¿cómo será eso posible?
Porque todo aquel que en vida no viniere, tendrá que pasar por aquí después de muerto.
Por eso nadie molesta a los animalitos que andan por los senderos del santuario, porque dice la leyenda que ellos llevan las almas de los que no peregrinaron en vida.